Raúl Peñaranda
Me rondaba en la cabeza en 2018, cuando se estaba por inaugurar la Casa del Pueblo, cómo era por dentro la suite que iba a usar el expresidente Evo Morales. Todo indicaba que era lujosa y amplia, ¿pero cuánto? Empecé a buscar personas que supieran del hecho, pero nadie quería hablar. Los ingenieros de la empresa constructora del edificio no deseaban dar detalles ni siquiera sin mencionar sus nombres, porque, pensaban, se detectaría que ellos eran los que dieron el dato. Y ni hablar de entregar los planos. En un momento pensé que no iba a conseguir nunca los datos que permitieran escribir mi artículo.
Hasta que llegué a un amigo, cuyo hijo estaba haciendo una pasantía en el edificio. Este me dio el nombre de su jefe, el encargado de un tema muy específico de la construcción, pero que tenía los planos oficiales. Llamé a esa persona, aceptó verme y confió en mi palabra: yo redibujaría los planos para que no se publicara ninguna marca que indicara que él me los había entregado y, obviamente, no revelaría su nombre.
Al volver a mi casa estaba ansioso con la primicia que tenía entre manos. Nadie había dicho hasta entonces nada sobre la famosa suite.
El 19 de mayo de 2018 saqué mi nota en Brújula Digital y, paralelamente, en ANF y Página Siete. El titular era: “La suite presidencial tiene sauna, jacuzzi y sala de masajes”.
Según los planos publicados, la suite tiene una dimensión de 1.068 metros y ocupa la totalidad del piso 24 del edificio. Cuenta además con dormitorio del Presidente, vestidor, baño y recibidor. Solo su dormitorio, baño y vestidor tienen 108 metros cuadrados, como un departamento con living-comedor, tres dormitorios y baño y cocina de la clase media boliviana.
Fuera del dormitorio, detallaba mi nota, la suite presidencial tiene una sala de estar, una de lectura, un comedor, una sala de masajes, un sauna, un gimnasio, tres habitaciones para la seguridad y personal de apoyo, además de una cocina y un escritorio. Los siete ascensores del edificio tienen acceso a la suite, dos de ellos directamente al dormitorio.
Los planos que obtuve demostraban también que el piso 25 del edificio corresponde a la terminal aérea, a la que accedía el Presidente de manera exclusiva, en la que también tenía una sala privada. La terminal también mide 1.068 metros cuadrados y solo era usada por Morales. Y el despacho, en el piso 23, otros 1.068 metros. En total, 3.204 metros cuadrados para el “líder de los pobres”…
El tema del lujo en el que iba a vivir Morales fue tema de debate por mucho tiempo.