Surgimiento de los canales privados

Surgimiento de los canales privados

En medio de la grave crisis económica que afrontaba Bolivia en el gobierno del frente Unidad Democrática y Popular (UDP) en 1984, se inicia el proceso de irrupción de los canales privados de televisión. Los únicos canales de televisión existentes pertenecían el Estado y a la universidad boliviana.

Las empresas privadas y grupos de poder económico antes no sintieron la necesidad de contar con canales propios ya que directa o indirectamente el monopolio Estatal estaba controlado por las dictaduras y no representaba un antagonismo a sus intereses. El Decreto Ley 11862 del 14 de octubre de 1974, que ordenaba la explotación exclusiva del servicio de televisión por parte del Estado, no había sido cuestionado.

La primera modificación en materia de legislación televisiva se da durante el gobierno de transición a la democracia del general David Padilla Arancibia. Días antes de la entrega del poder a Walter Guevara Arce, elegido presidente constitucional interino, Padilla dicta el Decreto Supremo 16941 el 1 de agosto de 1979, autorizando el funcionamiento de canales de televisión privados. En julio de 1980, Luis García Meza da un golpe de Estado y establece el monopolio Estatal sobre la televisión a través del Decreto Supremo 17761. El 4 de marzo de 1981 autoriza el funcionamiento de los canales universitarios.

En 1983, en democracia, los representantes de los sectores más importantes del poder económico -banca, minería mediana, comercio exterior- inician un debate parlamentario sobre la necesidad y la legalidad de la televisión privada. El proyecto para suprimir el monopolio Estatal sobre la televisión y la correspondiente autorización para la instalación de estaciones privadas es aprobado en la Cámara de Senadores, sin embargo, en la Cámara de Diputados no consiguió el voto mayoritario, por lo que no fue sancionado como ley. El Decreto Supremo 17761 no fue derogado ni sustituido por una nueva legislación. Pero esta traba no impidió el nacimiento de la televisión comercial privada en 1984.

Empresarios privados y personajes influyentes, haciendo omisión expresa de las disposiciones legales vigentes y apoyándose en el proyecto de la ley aprobada en la Cámara de Senadores, instalan sus estaciones de televisión en las principales ciudades del país: Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Trinidad.

En 1984 logran obtener licencias provisionales de funcionamiento del gobierno de Hernán Siles Suazo, a través de la Dirección General de Telecomunicaciones del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Siguen apareciendo más canales de televisión tanto en el área urbana como en las provincias, impulsados por personas, grupos o poblaciones que instalan sus propios canales y donde la piratería vía satélite se convierte en la normalidad. La mayoría de canales en las provincias son nada más que estaciones repetidoras de canales extranjeros, con la ayuda de antenas parabólicas.

Víctor Paz Estenssoro asume la Presidencia el 6 de agosto de 1985 e impone en el país una nueva política, trasladando el eje de la economía nacional del Estado a la empresa privada. Los canales privados en ese contexto encuentran las condiciones propicias para consolidarse y legitimarse definitivamente. A octubre de 1987 había 63 canales de televisión en Bolivia.