El dinero estatal para publicidad en medios afines al gobierno
Desde el inicio del siglo XXI la publicidad estatal ha jugado un papel crucial en la estrategia comunicacional de los gobiernos de Bolivia. Si bien el manejo de recursos del Estado para publicidad gubernamental en los medios de comunicación “existió desde siempre”, el periodista y escritor Juan Carlos Salazar afirma que ningún gobierno democrático asfixió tanto a las empresas de medios con este dinero, por más críticos que fuesen, como lo hizo el partido del Movimiento Al Socialismo (MAS) desde el primer mandato de Evo Morales (2006).
Esta asfixia llegó a tal punto que generó un profunda crisis en medios que incomodaban al poder, lo que derivó en disminución de trabajadores y su cierre como el caso del diario Página Siete.
Según informes del ministerio de Economía y Finanzas Públicas, a lo largo de estos años el gasto en publicidad estatal en Bolivia ha experimentado fluctuaciones significativas desde el 2000. Cabe señalar que ese gasto en publicidad ha variado anualmente, con aumentos notables en períodos electorales o durante campañas de promoción de políticas gubernamentales en áreas estratégicas como gas, comunicación, transporte, aviación, empleo y todo lo que involucra a las empresas estatales.
Entre 2000 y 2005, los gastos eran relativamente modestos, con cifras que rondaban los 20 millones de dólares anuales. Sin embargo, a partir de 2006, con la llegada del gobierno de Evo Morales, hubo un notable incremento. En 2009, por ejemplo, el gasto en publicidad estatal alcanzó los 70 millones de dólares. Este aumento se vinculó con una intensificación de la promoción de las políticas de cambio y la nacionalización de industrias claves, de acuerdo con reportes desde el ministerio de Economía y Finanzas Públicas en 2009.
Más de tres mil millones de bolivianos en publicidad gubernamental desde 2010
Reportes periodísticos e informes económicos apuntan que el Gobierno gastó más de tres mil millones de bolivianos en publicidad gubernamental desde 2010.
Hasta el 2019 el gasto fue de 3461 millones de bolivianos sólo en publicidad, que consiste en la difusión de mensajes que destacan la imagen del presidente Morales, según un estudio de Mediaciones que realizó el analista económico Julio Linares, según un reporte de Página Siete.
Esta asignación de recursos estatales para publicidad gubernamental tiene un impacto directo en los medios de comunicación. Un informe del Observatorio de Medios de Comunicación (OMC) en 2015 reveló que los medios afines al gobierno recibieron una proporción mayor de los contratos publicitarios. Este fenómeno, conocido como “clientelismo mediático”, ha generado preocupaciones sobre la independencia de la prensa.
Medios como los diarios La Razón y Cambio (Ahora el Pueblo, medio estatal) y los canales de televisión Bolivia TV (estatal), ATB y PAT han sido los principales receptores de estos fondos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje de publicidad estatal destinado a medios de comunicación oficiales ha superado el 50% en varias ocasiones durante el gobierno de Morales.
El gobierno transitorio también privilegió a algunos medios
El gobierno transitorio de Jeanine Añez (2020) también tuvo gastos en publicidad destinados a unos cuantos medios de comunicación. El monto total que gastó esa administración en publicidad, de acuerdo con el Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), fue de más de 26.8 millones de bolivianos por la firma de 637 contratos, que corresponden al periodo entre el 14 de noviembre de 2019 y el 13 de mayo de 2020.
Página Siete hizo una revisión íntegra de los contratos que se firmaron entre el Ministerio de Comunicación y las empresas y se constató que 13 medios televisivos accedieron a 610 convenios publicitarios, lo que representa el 96,59 por ciento del total asignado en el periodo de gestión que se cumple.
Del grupo de empresas televisivas, 10 son nacionales y tres transmiten en la ciudad de La Paz.
A pesar de los esfuerzos por mejorar la transparencia, la información sobre el gasto en publicidad estatal a menudo ha sido limitada. En 2018, el gobierno boliviano implementó nuevas regulaciones para aumentar la transparencia en la contratación de publicidad. Sin embargo, informes de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE) señalaron que la falta de acceso a datos desglosados y la opacidad en los contratos siguen siendo problemas persistentes. Además, Bolivia carece de una ley de acceso a la información pública.
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