Última Hora, el vespertino de La Paz
El 30 de abril de 1929 apareció el la ciudad de La Paz el vespertino Última Hora. Este moderno periódico -vinculado inicialmente con empresas dedicadas a la explotación de zinc y oro- se convirtió en un referente del periodismo boliviano durante los 72 años que circuló, convertido en matutino, hasta su cierre en 2001.
“Después de la fundación de El Diario (1904), La Razón (1917) y La Patria (1919), con la publicación de Última Hora se completaba el ariete mediático de la gran minería que defendería con eficiencia los intereses de este modelo económico político-empresarial liberal, hasta su sustitución por el esquema estatista resultante del triunfo del nacionalismo revolucionario a mediados de siglo”, sostienen Víctor Orduna y Gustavo Guzmán en el libro Del periodismo y sus memorias.
Fundado por Mario Flores, Arturo Otero, Marcelo Elías Bonemaison, Lizardo Suárez y Amelia Andrade, Última Hora se presentaba con el lema: “Nadie puede escribir como periodista, lo que no puede sostener como caballero”. En 1978, Eduardo Ocampo Moscoso, en Historia del Periodismo Boliviano, definía así al periódico paceño: “Gaceta de corte moderno, de múltiples y bien distribuidas secciones, ampliamente noticioso y de ribetes a veces sensacionalistas, Última Hora es el decano de la prensa vespertina boliviana, un fiel centinela de la cultura nacional y un decidido defensor de los intereses del departamento de La Paz y del país en general”.
A lo largo de su historia, Última Hora fue propiedad de Arturo Otero, Jorge Sáenz García, Alfredo Alexander (asesinado con un paquete bomba años más tarde) y Mario Mercado. Entre sus directores figuraron personalidades de la talla del propio Alexander, Humberto Palza Soliz o Mariano Baptista Gumucio.
Con la Revolución Nacional del 52 llegó la etapa más dura para el periódico, dirigido entonces por Alfredo Alexander. Por sus críticas al primer gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1952-1956), Alexander sufrió el allanamiento de su casa y tuvo que asilarse en la embajada de España. “Particularmente desde 1952, la historia de ÚLTIMA HORA fue la historia de un largo sobresalto. Pocas veces se ha identificado un periódico tan sólidamente con el hombre que lo dirige, como aconteció con ÚLTIMA HORA, donde la capacidad de sufrimiento y heroísmo de su director y el decurso del mismo, siempre caminaron a la par”, escribe Eduardo Gil de Muro en su biografía de Alexander.
A inicios del siglo XXI, la historia de Ultima Hora dejó de escribirse. El vespertino pionero de La Paz se cerró, después de siete décadas, en 2001.