La Razón, el periódico republicano
En las postrimerías del segundo gobierno del presidente Ismael Montes (1913-1917) se publica en La Paz el periódico La Razón. Fundado el 17 de febrero de 1917 por el doctor José María Escalier y el empresario industrial Félix Avelino Aramayo, este periódico defendió los intereses del Partido Republicano y de la gran minería del estaño durante los 34 años de su existencia marcada por intervenciones y censura.
La primera de las tres clausuras que tuvo La Razón se produjo pocos meses después de su creación, como represalia ante la campaña opositora que asumió el nuevo medio republicano contra el gobierno liberal de José Gutiérrez Guerra (1917–1920). Con el pretexto de comentarios publicados contra el expresidente Montes, el 6 de diciembre de 1917 fue clausurada y sus redactores fueron desterrados.
Tres meses después, el 30 de marzo de 1918, La Razón volvió a circular para ser nuevamente perseguida y “misteriosamente empastelada”. “Ese diario republicano había reinstalado sus oficinas y puestas en función sus maquinarias nuevas, en la calle Mercado. El empastelamiento coincidió con la iniciación de la campaña reivindicacionista del Litoral, alentada por el Partido Republicano. Los agentes policíacos y sus segundones no trepidaron en dañar hasta las propias dependencias privadas del director de La Razón, David Alvéstegui, quien se vio obligado a huir en resguardo de su seguridad personal y de su familia”, sostiene Eduardo Ocampo Moscoso, en Historia del Periodismo Boliviano.
La segunda reaparición de La Razón se produjo el 30 de agosto de 1920, como consecuencia de la Revolución del 12 de julio de ese año, que derrocó a Gutiérrez Guerra, el último presidente liberal. La Razón había puesto empeño en esos días por fiscalizar las tareas de la Junta de Gobierno, presidida por el doctor Bautista Saavedra e integrada por José María Escalier y José Manuel Ramírez.
En ese contexto, el periódico sufrió su tercera clausura sura y la deportación de su director Gustavo Carlos Otero; pero vuelve a circular poco después, el 3 de abril de ese año. “El accidentado decurso de este periódico en tan corto tiempo de vida, fue una de las emergencias del convulsionado ambiente político surgido por las divergencias entre saavedristas y republicanos genuinos. Su mismo fundador, Bautista Saavedra, ungido ya a la primera magistratura del país por voto de la Convención Nacional del 24 de enero de 1921, habíase convertido en prohijador de una etapa de persecuciones sin cuento contra los órganos de oposición, durante todo su período presidencial (1920-1925)”, apunta Ocampo.
La Razón fue uno de los principales objetivos del régimen de Saavedra. Por sus artículos cuestionadores el periodista Gustavo Carlos Otero fue encarcelado y el jefe de redacción, Alejandro Vera Álvarez, fue enjuiciado criminalmente. Además, en diciembre de 1922, el director del periódico, David Alvéstegui, fue condenado a un año de cárcel. En la historia de La Razón también asumieron su dirección: Alfredo Infante, Javier Baptista y Eduardo de Villegas.
La Razón circuló durante 34 años como el periódico empresarialmente más solvente con el apoyo de los capitales mineros. La labor del impreso labor cesó definitivamente el 17 de abril de 1952, en plena de la revolución nacional. Su muerte marcó el fin de una época en el país.
“A pesar de su línea, se considera que La Razón fue el mejor periódico publicado durante la primera mitad del siglo XX; en realidad hasta su intervención y clausura tras la revolución de 1952 y después de 34 años de circulación. En todo caso, lo innegable es que La Razón expresó, mejor que ningún otro medio, la ideología hegemónica en el país que colapsó irreversiblemente el 9 de abril de 1952”, sostienen Víctor Orduna y Gustavo Guzmán en Del periodismo y sus memorias.