Desempleo y precariedad laboral: las constantes del periodismo en Bolivia
En cinco años aumentaron los despidos en 40%
La crisis económica y la transformación digital en el país han acelerado los despidos en los medios de comunicación. Centenares de periodistas y fotoperiodistas quedaron sin empleo.
Según un estudio de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), en los últimos cinco años, se registró un aumento del 40% de despidos en medios de comunicación bolivianos. Las empresas periodísticas, en su mayoría, justifican estos despidos por la disminución de ingresos publicitarios y la necesidad de reducir costos.
Entre los medios más afectados se encuentran el periódico La Razón, donde hubo más de 90 despidos en 2020, durante la pandemia de Covid-19 y de manera irregular. El Deber, una de las empresas más grandes del país, tuvo que reducir su plantilla significativamente debido a dificultades financieras. Página Siete, otro periódico destacado, también ha enfrentado despidos y un cierre abrupto tras varios años de asfixia económica y ataques políticos.
El Diario, matutino de más de 100 años, conocido por su historia y relevancia en el periodismo boliviano, no ha sido ajeno a la crisis, porque redujo su personal y salarios.
A la par de los despidos, varios medios optaron por contratar “pasantes” universitarios para encarar las tareas periodísticas con pagos ínfimos que apenas cubren su transporte o refrigerios.
Un reporte de la agencia Guardiana dio cuenta que más de 520 trabajadores de la prensa fueron despedidos en el país durante la cuarentena de 2020. Dirigentes del gremio denunciaron que los empresarios y directivos de medios incumplieron varias normas laborales.
Sin contrato laboral y sin beneficios
En mayo de 2024, el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla) y la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) presentaron un estudio que establece un conjunto de factores que obligó a gran parte de las empresas de medios a emprender procesos de reestructuración.
“Los y las periodistas constituyen un ejemplo de la precarización laboral y del deterioro de la calidad del empleo que viene afectando a los profesionales”, revela este informe apoyado por con la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (Unitas).
De un total de 152 periodistas entrevistados para ese estudio, el 79% dijo tener empleos bajo contratos o acuerdos diversos y flexibilizados que pueden ser calificados como inestables y cambiantes, el resto dijo tener un contrato indefinido.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha señalado que solo el 25% de los periodistas en Bolivia tienen acceso a un seguro de salud que cubra sus necesidades básicas. El resto debe depender de sistemas de salud públicos, que a menudo están saturados y carecen de recursos. Esta situación puede llevar a una disminución en la calidad de vida y en la capacidad de los periodistas para desempeñar sus funciones de manera efectiva.
A esto se suma que estos trabajadores tienen horarios extendidos de trabajo y turnos de fines de semana y feriados no remunerados. Tampoco se les otorga materiales de seguridad para coberturas riesgosas.
Bajos salarios y atrasos en pagos
El informe de Cedla también ratifica la crítica situación de los pagos al gremio periodístico. Los salarios cayeron drásticamente en más de un 50%, y el 45% de los periodistas encuestados afirmaron ganar menos del salario mínimo nacional, que en 2023 (periodo de este estudio) era de 2.362 bolivianos.
Cerca del 70% de los periodistas no aporta al sistema de pensiones para su jubilación y el 45% de los encuestados indicó que no cuenta con un seguro de salud, mientras que el 91% carece de un seguro de vida.
Según otro informe de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), más del 70% de los periodistas en Bolivia trabajan bajo condiciones precarias. Muchos tienen contratos temporales o de prestación de servicios, lo que les impide acceder a beneficios laborales básicos como seguridad social, vacaciones pagadas y estabilidad en el empleo. “La falta de contratos formales también limita el acceso a préstamos y otros beneficios financieros que podrían mejorar su calidad de vida”.
La Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia (FTPB) también reporta que menos del 30% de los periodistas tienen un contrato a término indefinido.
Por otro lado, varios sindicatos han denunciado el atraso en sus salarios debido a la aguda crisis por la que atraviesan las empresas en el país.
Según un informe del portal Visión 360 , la reestructuración empresarial contempló el recorte drástico de los salarios de los periodistas de planta en aproximadamente de 40% a 50%, y la liquidación de casi todos los bonos económicos que tenían en un período anterior.
“Esto implicó la imposición de formas y montos de pago arbitrarios para los periodistas tercerizados. Una muestra es lo que ocurre con los periodistas de Beni, donde algunos reciben un pago de 15 a 30 bolivianos por nota o artículo, algo que se repite en otras regiones del país”.