Naturaleza propietaria
El nacimiento de las radios en la década de los 30 combinó formas diferentes de propiedad, pero en general la más importante fue la privada. Aunque los estados o instituciones como la Iglesia Católica y hasta los sindicatos tuvieron sus propias emisoras, la propiedad de las radios estuvo marcada por lo privado con personas, familias, sociedades anónimas y grupos que establecieron relaciones con personas o grupos dueños de diarios o de otras empresas.
En la radio comenzó la coparticipación de personas o compañías extranjeras fundamentalmente de origen estadounidense. Llegaron capitales y programas básicamente de la Colombian Broadcasting System (CBS) que puso en marcha la cadena Panamericana con emisoras radiofónicas filiales. Luego de la Segunda Guerra Mundial, el 75% de las noticias internacionales llegaban desde Washington. La BBC y programas franceses o alemanes quedaron rezagados.
Desde 1952 se multiplicaron las radios sindicales, municipales y campesinas. La radio comercial fue de alcance limitado y diferentes radios ocuparon la preferencia de la audiencia en distintas etapas: Nueva América, Altiplano, Fides, Panamericana, Cristal. No se crearon grandes cadenas como en otros países, pero existen ejemplos de concentración de medios hasta los años 90, salvo el caso institucional de la Iglesia Católica.
Hasta el ajuste estructural de 1985, con el Decreto Supremo 21060, y el inicio de un modelo que acentúa la propiedad privada, los principales dueños de los periódicos eran la Iglesia Católica y familias con tradición periodística e intereses empresariales como los Carrasco, Canelas, Millares, Rivero. Mientras las radios tenían múltiples dueños, principalmente medianos empresarios, la Iglesia Católica, sindicatos y organizaciones de base, de acuerdo al texto ¿Amenazas o fortalezas? Concentración de medios en América Latina de Lupe Cajías de la Vega y Guadalupe López.
En las últimas etapas aparecieron otros dueños: militantes de sectas religiosas y pequeños propietarios de las FM. Los canales dejaron de ser repetidoras del estatal o universitarios y fueron adquiridos por empresarios llegados de otras áreas de la economía.