Evo Morales y una relación tensa con los periodistas
Desde su primera gestión, a partir de 2006, Evo Morales mantuvo una tensa relación con los medios de comunicación y periodistas. Es más, en su discurso de posesión para su primer mandato arremetió contra la red televisiva Unitel, acusándola de ser “opuesta a los revolucionarios cambios del gobierno y que sus propietarios eran grandes terratenientes”. En ese primer periodo hubo altibajos en el trato hacia la prensa, pero los ataques y acusaciones eran casi permanentes.
Durante todos los años de gobierno de Morales (2006-2019), la relación entre el Ejecutivo y los medios de comunicación fue conflictiva y hasta agresiva. Fueron varias ocasiones en las que el mandatario acusó a los medios de ser instrumentos de la oposición (la derecha) y de manipular la información para perjudicar su imagen y su gestión.
Frente a estas arremetidas, poco a poco los gremios periodísticos y organizaciones civiles comenzaron a pronunciarse y exigir el respeto a la libertad de expresión en el país y al ejercicio de la prensa. A la par, los organismos internacionales también dieron a conocer su preocupación por el clima hostil del gobierno con los medios.
“Periodistas sucios”
Frases de desprecio y amenazas fueron constantes por parte de Evo Morales y su entorno gubernamental y dirigencial. En agosto de 2008, durante una inauguración en Cochabamba con sus organizaciones lanzó declaraciones como: “Quiero aclararles, seguro esta noche van atacar de eso, que de sucios, quiero decirles sin ningún miedo, que de sucios son los periodistas o los políticos usan a los periodistas. (…) Saben compañeros, saben y digo que quien ha perdido en el referéndum revocatorio es esa gente que tergiversa, acusa y ofende al presidente, al gobierno y los distintos sectores. El peor perdedor es la prensa”.
Ante esto, un informe ante la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) destacaba que el gobierno buscaba “controlar la información, especialmente en los sectores rurales y en vísperas de los referendos autonómicos realizados desde el 4 de mayo, en Santa Cruz, hasta el 22 de junio, en Tarija”.
Esta organización periodística, que agrupa a medio millar de propietarios y directores de medios, le recordaron a Morales y su gobierno que no son tolerables sus afirmaciones sobre la prensa y que hacen más bien es negarse a la crítica de los medios porque “sus acciones están alejadas de la ley y por eso no se cansa de señalar que la prensa es su enemiga”.
Conferencias de prensa tensas
Evo Morales se caracterizó por tener al menos una conferencia de prensa por semana durante sus mandatos, sin embargo, muchas de ellas estuvieron empañadas por burlas, frases despectivas y acusaciones de la autoridad contra varios periodistas y medios.
En diciembre de 2008, tras la publicación de un artículo del diario La Prensa titulado “Evo negoció “luz verde” con los contrabandistas dos meses antes”, Morales arremetió contra un periodista de ese medio con acusaciones y frases despectivas.
Además, en un acto público se dirigió a la prensa afirmando que “no me pidan conferencia de prensa, ni me consulten; yo no necesito de ellos (los periodistas), tengo tantas formas de informar al pueblo boliviano. (…) Las conferencias de prensa son solamente para que insulten al presidente de la república, no necesito más conferencias de prensa”.
Posteriormente se dieron más ataques, en el 2011, durante el acto de legalización de autos indocumentados, Morales acusó a los periodistas nacionales de “mentir al pueblo” y a los paraguayos como “narcotraficantes” por informar sobre la compra de armas por parte de Bolivia. Hubo varias ocasiones que el mandatario atacó a medios internacionales como CNN.
“Disciplinar periodistas”
A Morales le molestaba ser interrumpido y recibir preguntas que cuestionaban su gestión. El 2009 se ensañó con otra periodista en plena conferencia de prensa. Tras levantar su mano para hacer una consulta, la reportera de la red Cadena A recibió el siguiente ataque del mandatario: “Estoy hablando, compañera —dijo Morales—; hemos hablado, en otra tenemos que disciplinarnos, usted no puede cortarme la palabra, compañera periodista. ¿De qué canal es? (…) yo quiero decirle, compañera, perdón. Con ustedes, con los periodistas acreditados, hablamos a puertas cerradas (acerca de) cómo podemos disciplinar para que todos podamos hablar, y yo voy a respetar esa decisión de manera conjunta”.
“Hay exagerada libertad de expresión”
En 2012, Durante una conferencia en Viena, Austria, Morales dijo que en Bolivia existe una “exagerada libertad de expresión” y reiteró que los medios de comunicación independientes en Bolivia son unos de sus principales opositores.
Gobierno crea la narrativa de un “Cartel de la mentira”
En diciembre de 2016, año que Evo Morales recibió un duro revés en el referéndum del 21 de febrero para su repostulación, su gobierno presentó en el Banco Central de Bolivia (BCB) el documental titulado “El Cártel de la Mentira”, de Andrés Salari, en el que se cuestionaba el papel de medios de comunicación no oficialistas y atacados permanentemente por esta administración.
El video, financiado por el ministerio de la Presidencia, a cargo de Juan Ramón Quintana costo cerca de 40 mil bolivianos y defenestraba el trabajo realizado por Página Siete, Agencia de Noticias Fides, Erbol, el Deber, Los Tiempos, entre otros medios, sobre el caso de Gabriela Zapata, la expareja de Evo Morales, y el hijo sobre el que en principio reconocieron su existencia, para luego señalar que había muerto y, finalmente, asegurar que no existió.
Fue el mismo Quintana que tras la derrota del 21F comenzó a acuñar el término de “Cartel de la mentira” en la Novena Sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional en mayo de 2016.
Desde la testera y en calidad de interpelado por el caso CAMC (Gabriela Zapata), el entonces ministro dijo: “Hoy no cuaja la guerra política – mediática en Bolivia porque este es un país antiimperial, anticapitalista; este es un país que no se va a dejar convencer por fuerzas políticas conservadoras y tramposas que operaron de la mano de los medios de comunicación a los que hay que llamar del ‘cártel de la mentira’”.
En 2018, Morales descalificó públicamente al diario “El Deber”, acusándolo de ser parte de una campaña de desinformación contra su administración. En una entrevista, Morales afirmó que algunos medios estaban “al servicio de la oligarquía” y manipulaban la información para promover agendas políticas en contra de su gobierno.