Las primeras radioemisoras
A principios de la década de 1920, la radio es todavía un medio de comunicación elitista. Los receptores capaces de captar las emisiones foráneas son de acceso solo para personas pudientes y el número de radioescuchas es muy limitado. Consciente del extraordinario potencial del nuevo medio, en 1925 el Estado boliviano expide una serie de leyes que controlan la emisión y la recepción de los mensajes radiofónicos. Define la radio como un “servicio de interés o utilidad general” para difundir información meteorológica, cotización de minerales, conferencias de interés social o educativo, artículos literarios, conciertos musicales, noticias de prensa, entre otros. En el marco de la aprobación de estas leyes nacen las primeras radioemisoras en Bolivia.