Los periódicos en la Guerra del Pacífico
El 14 de febrero de 1879, la armada chilena desembarcó en el puerto de Antofagasta que era territorio boliviano. Así comenzó la Guerra del Pacífico, que derivó para Bolivia en la pérdida de su única salida al mar, la provincia del Litoral, en manos de la ambición chilena por el salitre, el guano y el cobre.
La primera reacción boliviana ante la ocupación chilena de sus territorios se da mediante la prensa; primero en los periódicos del Litoral y al menos una semana después en los impresos de La Paz, Sucre, Cochabamba, Oruro y demás ciudades. Y es que no existía línea telegráfica que comunicara la costa con el centro del país.
De acuerdo con Ángel Tórres, en su libro Contexto Histórico del Periodismo Boliviano, el primer medio en publicar la ocupación chilena de Antofagasta fue el periódico El Litoral, en su edición número 412, del 16 de febrero de 1898. “Poco después los quintacolumnistas de la invasión destruyen sus instalaciones y equipos, al igual que de los edificios públicos (prefectura, correos, aduana), sin omitir el escudo de Bolivia en el frontis de la prefectura”.
Un día más tarde, y con diferencia de horas, publican la noticia los periódicos El Caracolino y La Mariposa del Desierto que tenían por sede el Litoral boliviano.
El 20 de febrero de 1879 llegó La Paz la información de la invasión chilena a Antofagasta, mediante correo expreso enviado desde Tacna. El gobierno de Hilarión Daza (1876- 1879) implementó entonces medidas de guerra como la amnistía política y llamamiento de tropas.
El 28 de febrero de 1879, el diario paceño El Comercio informó de los sucesos del 14 de febrero en el Litoral detallando que el buque chileno Blanco Encalada había desembarcado en la ciudad boliviana de Antofagasta. “Vamos a defender los sagrados derechos de esta patria amada (…) morir antes que esclavos vivir”, arengó.
La convocatoria a la unión nacional frente al enemigo se hace eco en todos los periódicos del país. “Todos los impresos bolivianos depusieron sus enconos; mientras la ciudadanía respondía cívicamente a las requisitorias de unidad”, sostiene Tórres.
Los siguientes meses aparecen otros periódicos con nombres alusivos a la contienda. En Oruro se publica El Corneta Pistón como vocero del Estado Mayor; en Potosí se lanza La Guerra y en Tarija, El Soldado, apunta Eduardo Ocampo Moscoso, en su Historia del Periodismo Boliviano.