El Artesano, primer periódico obrero

El Artesano, primer periódico obrero

El Artesano aparece en marzo de 1855 en La Paz y es considerado el primer periódico obrero boliviano. Fue replicado después en Sucre (1858) y Cochabamba (1872).

Gabriel René Moreno en su Ensayo de una bibliografía general de los periódicos de Bolivia:1825-1905, registra que El Artesano de La Paz “era publicado en la Imprenta Paceña de Eulogio Alarcón a tres columnas y en un formato de 355 por 210 milímetros. Llevaba la siguiente leyenda: ‘Obediencia a la Constitución y a las Leyes. La Libertad crea la Industria y el amor al trabajo’”.

Guillermo Lora, en su Historia del Movimiento Obrero Boliviano, apunta que El Artesano era funcional a los intereses del gobierno populista de Manuel Isidoro Belzu. “No se diferenciaba en nada de la política oficial y no hacía más que sumarse a la campaña electoralista del belcismo. Leemos que propiciaba la candidatura para senadores del general Jorge Córdova, Rudecindo Carvajal y Francisco de Paula Belzu y para representantes por La Paz a Manuel José Castillo, Ladislao Silva, etc., postulaciones prohijadas por el Palacio de Gobierno”, sostiene.

El Artesano fue acusado por opositores del gobierno de Belzu de tomar “arbitrariamente el nombre de los artesanos”. La respuesta no se dejó esperar: “Somos artesanos en cuerpo y alma y aunque artesanos profesamos la moderación”. Firman el suelto Julián G. y Argandoña, José María Chavarría, Domingo Ramírez, Leandro Mujía, Saturnino Moy, Ladislao Arroyo, Leandro Aranda, Mariano Silva y José Hurtado (“El Artesano…”, N° 11, 8 de junio de 1855).

 El periódico adquirió prestigio y contó entre sus a Casimiro Corral, Evaristo Reyes y José Rosendo Gutiérrez, entre otros. “Años después en 1898, ‘El Artesano’ apareció con J. Antonio Espinoza y bajo su decidida acción se puso al servicio de la clase trabajadora y del pueblo. En esta época constituyó un vocero de lucha social y reguladora de la vida del país hasta que los gobernantes de entonces persiguieron a sus redactores logrando hacerlo desaparecer”, sostiene Lora.

Marcha de la Federación Obrera en La Paz.