El Nacional de Bolivia, contra El Eco

El Nacional de Bolivia, contra El Eco

 

El periódico chuquisaqueño El Nacional de Bolivia publicó su primer número el 4 de septiembre de 1828 y el último, un año después. Durante su corta existencia, este semanario se caracterizó por su oposición a los libertadores Bolívar y Sucre, en franca rivalidad con la publicación El Eco de La Paz.

En su primer número, El Nacional de Bolivia publica el siguiente anuncio como declaración de principios: “Este periódico saldrá todos los jueves de cada semana. Su precio es un real; y se vende en todas las administraciones de correos de la República. Se reciben en ellas suscripciones por trimestres por tres reales, debiendo darse estos adelantados.

Nada es más detestable que la deshonra.

Nada es más horrible que la esclavitud.

Nacidos para ser libres y honrados

O logramos estos preciosos dones

O perezcamos con dignidad. Cic. Lilip, 3°” (Chuquisaca, jueves 4 de septiembre de 1828).

Eduardo Ocampo Moscoso, en su Historia del Periodismo Boliviano, recalca la actitud “denostativa” que caracterizó a El Nacional de Bolivia hacia la política bolivarista y cita el artículo titulado “Jeneral Bolívar”(sic), publicado en dicho medio, que sostiene:

“Nos es verdaderamente sensible tratar de la conducta de este ilustre caudillo de la Independencia Americana. Su noble consagración a la causa pública y sus servicios eminentes nos dicen que sacudamos las cadenas que nos tenían ligados a los peninsulares. Veamos lo que fuimos y lo que somos por él. Al entregarnos a la gratitud en el instante en que íbamos a escribir su elogio, la libertad nos dice: Bolívar orgulloso de sus triunfos, rompió una cadena e intentó imponer otra más dura aún. ¡No hay que agradecerle!”.

El Nacional de Bolivia publicó el decreto del 23 de julio de 1828, dictado por el general José María Pérez de Urdininea, presidente del Consejo de Ministros y Encargado de la Administración del Estado, que puso en vigencia la libertad de pensamiento en Bolivia y anunció la dotación gubernamental de imprentas en las distintas regiones de la República.

A propósito de ese decreto, el 23 de abril de 1829, El Nacional de Bolivia publicó el siguiente aviso firmado por Tomás Frías, secretario de la flamante “Sociedad Tipográfica”: “Dentro de breve término habrá en esta capital, para venderse, una nueva imprenta completa; que sobre lo bien trabajada en la letra, prensa y demás útiles, tiene la recomendación de ser obra del país y de nuestros paisanos; la primera en este género y la única quizá, en todas las nuevas repúblicas. El 5 del presente abril fue reunida la sociedad; y entre los objetos que la ocuparon, fue uno de los principales, recibir el informe del estado de los trabajos del taller de Tipografía, establecida por el ciudadano Valentín Ayllón, a cuya industria, habilidad y constancia, unida a los fondos de sociedad, son debidos sus progresos”.